Día 1 - 04/01/2008

Terminal de Ómnibus de Retiro

Toda expedición tiene un comienzo, pero nunca tan particular como este. Viajamos hacia el centro porteño con Roberto, Silvia, Roxana, Tomás y media tonelada de equipaje. Una vez más planeábamos hacer una escalada en estilo alpino, pero no pudimos con nuestra capacidad de llevar cosas "por las dudas". Cinco mochilas para dos personas...

Lo anecdótico de aquél día fue nuestra increíble incapacidad para leer un pasaje, lo cual casi nos hace perder el micro. Recomendación para el lector: leer siempre la empresa transportadora...

Finalmente, y cuando ya el ómnibus estaba haciendo marcha atrás para salir de la dársena, lo encontramos y partimos rumbo a Neuquén al encuentro con el resto de los expedicionarios de Andinautas, grupo de amantes de la montaña que por esos días ponían rumbo hacia el mismo destino.


Día 2 - 05/01/2008

El víaje continúa

Por la mañana recorríamos el valle del Río Negro y pasado el mediodía llegamos a la capital Neuquina donde nos encontramos con Rose, Floren, Diego B, Diego M, Gato, Chiche, Mara, Pato, Flopi e Inés para luego partir hacia Chos Malal. Arribamos a la lejana ex capital del Neuquén con las últimas horas del día. Allí nos esperaba el gran"Edgar" (ya sabrán por qué) con su combi para trasladarnos a Andacollo.




Cerca de la medianoche las luces del pueblo nos recibían. Nos alojamos en la hostería Andacollo, donde nos esperaban Javier, sus hijos Javier y Tobías y Conrado. Cena de por medio comenzamos a conocernos.


Día 3 - 06/01/2008

Al Reino del Viento

Durante la mañana comenzamos a recorrer los kilómetros que nos llevaban al corazón de la cordillera del viento. Después de registrarnos en Varvarco "la puerta del Domuyo" y haber parado en varios miradores, llegamos a Villa Aguas Calientes donde almorzamos y algunos aprovecharon a darse un "último" baño en las aguas termales naturales.


Antes de que oscureciera, armamos campamento en una veguita que conocimos el año anterior. Ésta se encuentra a 10 min pasado el estacionamiento. Armadas las carpas, cenamos arroz 4 quesos y de postre, un jugoso ananá, lo que nos convertiría en el "Team Abacaxi". Luego de la digestión, decidimos vivaquear bajo una noche totalmente despejada.





Día 4 - 07/01/2008

Campamento Base (CB) - 3.100 msnm

Nos despertamos con los primeros rayos de sol, desayunamos y preparamos el equipo que llevarían las mulas. Arrancamos la marcha todos juntos, siempre bordeando el arroyo Covunco por su margen izquierda. Llegado el mediodía nos detuvimos en la Laguna II a almorzar y una vez alcanzado el CB y teniendo todo el equipo nuevamente con nosotros, montamos la "ciudad Andinauta"....... y nos dispusimos a hacer huevo, pero lo que se dice HUEVO. JEJEJE!!!! Para colmo no contábamos con material de lectura, así que lo reemplazamos por leer de arriba hacia abajo, de atrás para adelante y todos los datos nutricionales de nuestra comida…




Día 5 - 08/01/2008

Aclimatando

Para evitar un temprano descenso debido a los efectos de altura "M.A.M." y considerando que nuestro plan de ascenso no contemplaba campamento de altura, optamos por usar éste, como día de aclimatación (acostumbrar al cuerpo a la falta de oxigeno).

Como actividad del día, nos propusimos acercarnos hasta la base, o lo más cerca de ésta, de un glaciar del Domuyo, alcanzando aproximadamente los 3.500 msnm.





Después de unas fotos, almorzamos más abajo en un reparo, y emprendimos el regreso para comenzar con los preparativos de lo que se convertiría en nuestro primer intento de cumbre. Quedamos en arrancar el día "D", a las 4.00 de la madrugada.



Día 6 - 09/01/2008

Día de Cumbre?

- Si cree que SI, salte al día 8 / Si cree que NO, siga leyendo

Gracias el celular que nos prestó Diego B, nos despertamos a las 2.30 AM y empezamos a prepararnos. La adrenalina fluía en nosotros como un eterno "Bungee Jumping". Primero desayunar e hidratar, e hidratar e hidratar… lo más posible para alivianar las mochilas, luego vestirnos pero no para entrar e un boliche... vestirnos para no congelarnos, usando la técnica de 3 capas (ésta dependiendo de las condiciones climáticas reinantes y del propio termostato).


En la claridad de la noche, ya se divisaban algunos nubarrones. Comenzamos a caminar 40 min mas tarde de lo pactado.Nos deseamos entre los 15 que ascenderíamos, MUCHA SUERTE Y MUY BUEN ASCENSO y partimos en buscar de nuestro objetivo... El techo de la PATAGONIA. La fila que formábamos se podía apreciar perfectamente debido que todos llevábamos linternas. Excepto el caso de Mauro, que sus pilas, habían sido consumidas prácticamente en menos de una hora por el intenso frío. Una vez llegados al filo y a unos 100 m hacemos una parada, muy corta por cierto. Un poco de te caliente y continuamos avanzando el Team Torlaschi, Diego B, Mara y quién relata… el Team Abacaxi. Ya en el CI – 3.800 m.s.n.m. “un campamento al mejor estilo tunel de viento de de la NASA” nos amontonamos en una pirca a la espera del resto de los compañeros. Mientras tanto, viendo (más que viendo sintiendo como puñaladas) que el viento no cesaba y las nubes (no solo que seguían apareciendo sino que cada vez se encontraban más bajas) tomamos la decisión de bajar e intentar en otro momento. Resultaba imposible dar un paso. Poco a poco iban llegando el resto de los chicos y a medida que transmitíamos la decisión tomada no dudaron ni un instante en aceptarla.






Mientras tanto comenzaba a amanecer en el descenso rumbo al CB. Arribamos allí cerca de las 10 AM.
Si existiese una “fábrica de nubes”, nosotros la teníamos frente a nuestros ojos y en su máxima producción.



Pensando en nuestro segundo intento, mañana Jueves, nos dispusimos a consumir las horas de manera que fuese. Almorzamos (polenta napolitana), hicimos una siestita en una pirca (al reparo) con vista en dirección a la cumbre que no veíamos, reparar los bastones de Mauro (son marca Kailash… una verdadera Kag… es preferible nada), tomar unos mates, compartir vivencias entre todos, cenar y a dormir (lo que resultaba bastante difícil debido a la claridad). Ya comenzaban a verse algunos copos de nieves.
Conclusión: SIGA PARTICIPANDO





Día 7 - 10/01/2008

Segundo Día de Cumbre?

- Si cree que SI, salte al día 8 / Si cree que NO, siga leyendo



Esa mañana nunca nos levantamos. Toda la noche hubo tormenta, tormenta y nada más que tormenta, la cual a esas alturas es nieve, nieve y más nieve. Cada vez que me despertaba, recordaba una frase célebre de nuestro a amigo Chorch …(Jorge Lanciotti) “FUCKIN DOMUYO”.

La claridad nos despierta, y enseguida abrimos la puerta de la carpa para ver con que panorama nos encontraríamos… y sí, como era de esperarse, un intenso manto blanco cubría todo a nuestro alcance. Éramos privilegiados estábamos en el lugar indicado, en el momento justo (y en pleno Enero).







Nuevamente abortamos el ascenso, pero esta vez no soportaríamos hacer NADA todo el día, por lo que aceptamos la invitación de Rose, Floren y Conrado de conocer un glaciar y su laguna. Éstos y una parte del grupo comenzaron a caminar. Javier (Presidente de Andinautas y Jefe de Expedición), Tobias y Javier Jr. (ambos hijos de Javier), Pablo y Mauro salimos mas tarde. Una vez en la senda y aprox. 500 m en dirección NorEste observamos un nevé (formado durante la tormenta) que llegaba hasta el filo… - Y si vamos por ahí?... Dale, justo estaba pensando lo mismo -. Era como estar subiendo una montaña por una escalera mecánica.






En breve llegamos al filo, el cual nos regalo una de las mejores vistas del Volcán y casi toda su ruta de ascenso. Media hora después de cruzar éste filo y a lo lejos, divisamos a los chicos bordeando la laguna en dirección a la izquierda del glaciar, lugar donde almorzaríamos y casi sin nada de viento… GRACIAS CONRADO, QUE LUGAR, IMPECABLE!!!. Almorzamos unos calamares en salsa de tomate y atun… y de postre una caminata por el hielo (Hielo como te quiero… Acarreo no te pongas celoso que a vos te quiero para los descensos, JEJEJE!!!!) dentro de una gran grieta, donde Javier y Mauro marcaron unos escalones en el hielo (al mejor estilo Ed. Hillary) para que todos puedan disfrutar de ese maravilloso lugar y tomar miles de fotos, que por cierto en medio de ese entorno, salen con un tinte Himalayero.










Pasadas unas horas, emprendimos regreso al CB, nuestro hogar. Descansamos, nos hidratamos, cenamos, por tercera vez dejamos el equipo listo y a dormir, para un nuevo y esta vez último intento de cumbre. Cabe destacar que ésta ya se saboreaba debido a que el cielo se encontraba casi, casi sin una nube.





Día 8 - 11/01/2008

Tercer Día de Cumbre?

-Si cree que SI, está en lo cierto (creí que nunca escribiría ésto)




La noche era calma, las estrellas brillaban en un cielo puro. Nosotros nos despertábamos y comenzábamos lentamente a equiparnos para el ascenso. Una vez más me costaba levantarme, Mauro expectante estaba a una velocidad poco común en él. Después de quince minutos de malhumor por levantarme tan temprano salimos a ver las condiciones del clima, estaba perfecto, no había viento, no había nubes y el Domuyo nos miraba desafiante. Desayunamos un litro de té cada uno con galletitas frutigran para asegurarnos la hidratación por lo menos hasta los 3800 msnm. Luego comenzamos a vestirnos y a preparar lo que despacharíamos con las mulas, ya que el grupo que había decidido no intentar un nuevo ascenso, esperaría la llegada de los arrieros para cargar el equipaje antes de volverse al playón. Nosotros fieles a nuestra costumbre del "por las dudas" decidimos dejarle a las mulas tan solo un 10% de la carga total.
A las 4.30 puntual comenzamos el ascenso en la oscura noche, a las dos horas ya estábamos en los 3800 msnm. Rehidratamos con más té y una vez reagrupados continuamos los diez hacía arriba. Eramos de la partida en este intento: Mauro, Rosa María, Floren, Diego M, Diego B, Mara, Chiche, Javier, Tobías y Pablo.
El amanecer nos encontró casi llegando a la cota 4000, a nuestra izquierda los amplios glaciares de la cara sur se pintaban de rojo con los primeros rayos de sol. Continuamos ascendiendo en forma constante, trepamos y cruzamos el filo hacia la vertiente sudeste, punto en el que nos detuvimos a calzarnos los grampones y cruzar el primer nevé. Mauro lideraba el grupo y trazaba una línea recta en la que ascendíamos un metro cada cuatro pasos. Al terminar el nevé nos detenemos a quitarnos los grampones y advertimos que Javier y Tobías venían bastante más abajo. Decidimos esperarlos, por lo que nos quedamos allí más de media hora. Cuando el grupo comenzaba a ponerse nervioso por el tiempo que llevábamos quietos Mauro alcanza a ver a Javier más abajo, quien nos hacía seña que de allí bajarían. Quedábamos ocho de los dieciseis Domunautas subiendo a la cumbre. Cruzamos unos acarreos bordeando el filo sudeste por la derecha y un rato después nos encontramos con un nuevo nevé. Éste a diferencia del anterior, estaba cubierto de penitentes.





Una vez más se divide el grupo, Diego B lidera una parte que decide bordear el nevé aproximándose bien al filo, es seguido por Mara, Chiche y Diego M. Mauro lidera el otro seguido por Rosa María, Floren y Pablo.
Ambos grupos al principio comienzan a subir parejos, pero la dificultad que se presenta en los penitentes es muy superior a la que planeamos encontrar, por lo que Diego B alcanza el final del nevé en menor tiempo.



A los pocos minutos de caminata después de la primera parte de aquél nevé, Rosa María resbala y pierde estabilidad lo que la hace caer, por suerte se frena con la piqueta y queda inmóvil en el lugar en posición boca abajo. Inmediatamente Floren comienza a descender para ayudarla hasta que logra ponerse en pie nuevamente. Seguimos adelante por un acarreo bastante complicado, mientras divisamos a Diego B que nos gritaba que ya estabámos cerca.




Terminar aquel nevé fue casi poner un pie en la cumbre, un año después de nuestro primer intento alcanzamos la laguna de cumbre, ubicada en un marco dominado por el hielo y el viento.
Caminamos los quince minutos que nos separaban de la cumbre principal ya emocionados hasta las lágrimas, nos abrazamos y llegamos juntos al punto más alto de los Andes Australes, el Domuyo premiaba nuestra perseverancia con unos minutos en su cumbre.






Descorchamos los champagnes, tomamos fotografías, desplegamos las banderas, firmamos el libro de cumbre y antes de volarnos comenzamos a descender.



En poco más de cuatro horas llegamos a la base nuevamente, allí estaban Chiche, Diego B, Diego M y Mara. Esperándonos para emprender el regreso al playón todos juntos. Rosa María y Floren llegan un rato más tarde y al terminar de desarmar las carpas y cargar todo en las mochilas comenzamos a caminar hacía nuestro encuentro con el resto del grupo. A pocos minutos de senda Floren propuso que Mauro y Pablo nos adelantemos para avisar que estaban todos bien.
A paso firme nos alejamos del Domuyo, mientras la montaña nos mira en cada paso, como asegurándose de que aquel día sea inolvidable.

Cerca de las nueve de la noche nos acercamos al playón, ahí estaban ya Javier, Tobías, Javier (h), Inés, Pato, Floppy, Gato y Conrado, quienes nos recibieron con aplausos y abrazos a nuestra llegada. Conrado nos ofrecía caramelos y jugo, mientras Javier (h) y Floppy buscaban agua para combidar a los que ibamos llegando. Una vez arribados todos a la veguita donde estaban, caminamos los quince minutos finales que nos llevaron a donde nos esparaba Edgar, quien gentilmente nos había llevado sandwiches de jamón y queso, bananas y alfajores. Arranca el minibus y la noche empieza a caer en el Reino del Viento. Varias horas después llegamos a Andacollo, donde después de darnos un reconfortante baño de agua fría en la hostería, cenamos y nos vamos a dormir. Eran en ese momento más de la cuatro de la mañana...




Día 9 - 12/01/2008

Todo concluye al fin

La mañana del sábado arrancó bastante movida. No sabemos aún si no escuchamos la alarma del celular o no la programamos. El punto es que nos despertamos gracias a Rosa María que nos gritó enérgicamente en la ventana apenas a siete minutos de la hora de partida del micro. Así como estábamos salimos rumbo a la terminal que estaba a tres cuadras neuquinas (+/- 700 metros). Por suerte el colectivo pasó quince minutos tarde por lo que lo alcanzamos. Abordamos ese transporte Rosa María, Floren, Chiche, Gato, Mauro y Pablo. Gato y Chiche siguieron hacia Neuquén y nosotros con Rosa María y Floren bajamos en Zapala para hacer la conexión hacía Buenos Aires. Comimos una pizza, un helado y zarpamos hacía la pampa.


Día 10 - 13/01/2008

De vuelta al pago

A las seis y media de la mañana llegamos a Luján, donde descendemos y Miguel (papá de Pablo), nos estaba esperando. Mauro olvidó su billetera en el colectivo, por suerte la encontró el asistente de abordo, quien la guardó y se la devolvieron unas horas después. Una vez más a volver al día a día, una vez más a contar las horas que faltan para volver a calzarse la mochila y salir a caminar la montaña.



Queremos dedicar esta expedición, que por cierto fue excelente en todo aspecto, a todas aquellas personas que nos brindan su total e incondicional apoyo.
Es cierto que generamos intranquilidad y preocupación, etc, cuando emprendemos un viaje de este tipo... pero para todos los que quedan, no se preocupen que no andamos con locuras... solo es locura por "ellas", las montañas.....

GRACIAS A TODOS - Afectos, Familias, Amigos, Colegas, Camaradas, Andinautas, etc. Y en especial, a ellos, nuestros queridos ANGELES que nos acompañan desde las alturas, nos acarician con cada nube que pasa, murmuran al oído con cada ráfaga y nos despejan siempre el camino.

Sinceramente "SherPablo" y "El Montañes"....

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